Las jornadas catequéticas forman, permiten aprendizajes significativos, posibilitan lecturas y conocimientos, dan razón de la fe desde el afecto o las sensaciones y no sólo desde el conocimiento. Con ello se intenta dar una respuesta de fe a Dios como algo verdaderamente humano y no opuesto a la razón mientras que se desarrollan los valores propuestos por Jesús en el Evangelio.