Las jornadas catequéticas forman, permiten aprendizajes significativos, posibilitan lecturas y conocimientos, dan razón de la fe desde el afecto o las sensaciones y no sólo desde el conocimiento. Con ello se intenta dar una respuesta de fe a Dios como algo verdaderamente humano y no opuesto a la razón mientras que se desarrollan los valores propuestos por Jesús en el Evangelio.

Fe y Justicia desde el personalismo del Vaticano II


La iglesia en pobreza y pobre, como nos enseñara Juan XXIII es sobre todo la iglesia de los pobres

Escrto por Agustín Ortega Cabrera, el 17 de octubre de 2012 a las 09:29. Tomado del site Religión Digital
(Agustín Ortega Cabrera, Centro Loyola e ISTIC).-Dos acontecimientos se nos vienen en este momento. La celebración del año de la fe, en el marco del 50 aniversario del Concilio Vaticano II. Y la semana contra la pobreza, en torno al día 17 de Octubre, día internacional por la erradicación de la pobreza, organizada por la Plataforma Pobreza Cero GC. (compuesta por la Coordinadora de ONGds y diversas asociaciones, movimientos sociales, etc.)
Estos acontecimientos, que como decía Mounier son muestro maestro interior, signos de los tiempos y del Espíritu del Evangelio, nos motivan tratar esta realidad o cuestión social, central e ineludible, como es la pobreza, inspirados por la aportación y claves imprescindibles que se suscitaron desde el Vaticano II. Y así seguir haciendo memoria, actualizando y renovando el fecundo legado y mensaje, que nos regaló esta primavera espiritual que fue el Concilio.
Primeramente, hay que observar que el clima socio-cultural y de pensamiento que antecede al Concilio estuvo, en muy buena medida, marcada por la corriente filosófica y de pensamiento de un nuevo humanismo, conocido como el personalismo. Muy inspirado por la fe cristiana con autores tan significativos como Maritain, Mounier, Marcel o Rovirosa, donde sintonizan asimismo teólogos de la talla de Rahner, Chenu o Congar.
Efectivamente todos estos pensadores y teólogos renuevan y actualizan el humanismo espiritual e integral,consustancial a la fe cristiana, tal como se había realizado en la tradición eclesial. Con la roca firme del genio de Santo Tomás de Aquino y el clima espiritual del siglo de oro, autores y maestros en la edad moderna, como, por ejemplo, Tomás Moro, F. de Vitoria y la escuela de Salamanca o F. Suarez. Todos estos pensadores y su legado, como no podía ser de otra forma, lo recoge el Vaticano II, mediado por dicho nuevo humanismo, el personalismo y los autores citados que tuvieron una influencia crucial y decisiva en el Concilio.
Efectivamente, el Vaticano II recogió y actualizó toda esta sensibilidad humanista y personalista espiritual e integral, los mejores frutos de la modernidad. Estableciendo así puentes de dialogo y encuentro con la cultura y sociedad o mundo moderno, con su conocido giro antropológico, bien trabajado igualmente, por ejemplo, por el genio de Rahner. Toda esta cultura y espiritualidad personalista integral cristalizó en el Concilio. Con la aportación tan significativa e imprescindible de lo movimientos apostólicos, laicales y obreros como la JOC con Cardijn y la HOAC en España conRovirosa y Malagón. Y los teólogos que sintonizan con toda esta espiritualidad, además de Rahner, como los ya citados Chenu, Congar y, en cierto sentido, el mismo H. de Lubac o T. de Chardin.
Fecundado por todo este movimiento humanista y personalita que se inspira en la fe cristina, la perspectiva y horizonte más profundo del Vaticano II fue promover una espiritualidad y antropología integral. Donde la fe y lo humano, el Evangelio y la persona se inter-relacionan e integran de forma armónica y sinérgica, frente a espiritualismos e individualismos, dualismo o monismos de cualquier tipo.
Con lo mejor de la tradición espiritual y teológica de la fe cristiana, se realza que la fe no niega lo realmente y verdadero humano. La gracia, el don del amor Dios acogido por la fe: se encuentra en lo más hondo de la persona, posibilita y potencia lo más auténtico y profundo de lo humano. Lejos de rivalidad y desprecio por parte de la fe hacia la dimensiones constitutivas de la persona, la espiritualidad cristiana integra y fecunda, inter-relacionalmente, estas dimensiones como la material o físico-corporal, la social e histórica, la política y económica.
Todas estas dimensiones del ser humano son esenciales e inherentes a la fe y espiritualidad cristiana. Ya que las persona ha sido creada así por Dios en Cristo, para que se realice y desarrolle integralmente. Todavía más, Dios en el Verbo e Hijo encarnado, Jesús, ha asumido a toda (en todas sus dimensiones) y a todas (de forma universal y solidaria) las persona. Él se ha unido solidariamente al género humano y está, por tanto, presente en cada persona. Dios en Jesús y su encarnación asume y asimila todo lo humano, lo personal, social e histórico para salvarlo en el amor, la justicia y la paz, liberándolo de todo pecado y mal, opresión e injusticia. Dios en Jesús se humaniza, Cristo es la entraña y paradigma de lo humano, que revela el sentido más profundo de la persona. Por lo que a Dios se le encuentra en lo humano, en la vida y realidad personal, social e histórica, en la humanidad y en el mundo.
Y es que el Evangelio de Jesús, el Reino de amor fraterno, justicia y paz promueve la vida y dignidad de los seres humamos, y lo hace real, social e históricamente: desde y con los pobres (empobrecidos y excluidos, oprimidos y víctimas); ya que los pobres son aquellos que a los que se les niega y arrebata dicha vida y dignidad. El pobre es presencia (sacramento) del Cristo pobre y víctima-crucificado por el mal y la injusticia. Jesús y su Reino de amor, misericordia y justicia, el Dios encarnado en Cristo con su vida y pascua ha asumido solidariamente el pecado y el mal, el sufrimiento e injusticia para salvarnos en esta justicia y amor fraterno, para liberarnos de dicho pecado, mal e injusticia, del egoísmo, del poder y la riqueza.
El Espíritu de Dios en Jesús encarnado y su gracia salvadora-liberadora envuelve y penetra toda la vida, todas las relaciones y ambientes, toda la realidad social e histórica. El Dios Trinitario inhabita la humanidad y el cosmos, sus relaciones de amor, justicia y comunión son entraña y modelo para la vida, la sociedad y el mundo. Todo lo anterior es el marco teológico y antropológico, teologal y espiritual desde el que se comprende adecuadamente la renovación eclesiológica y pastoral que se efectúa desde el Vaticano II. La iglesia es, en Cristo, sacramento del Reino y su pueblo, es pueblo de Dios en y para el mundo y la historia. Ella es sacramento de comunión con Dios y con la humanidad, para que reine la unidad fraterna, la justicia y la paz en el mundo. La razón de ser de la iglesia es la misión de anunciar, celebrar y servir al Reino.
El servicio evangelizador en la trasmisión de la fe, la esperanza y el amor, en solidaridad y justicia con los pobres desde la Gracia de Dios. Es la iglesia que desde esta vida teologal y santificadora, se hace sacramento universal de salvación integral que penetra, transforma y libera toda la vida y realidad personal, social e histórica. La iglesia en pobreza y pobre, como nos enseñara Juan XXIII es sobre todo la iglesia de los pobres, en el compromiso solidario y por la justicia con los pobres, perseguida por la justicia a manos los poderes de este mundo, en seguimiento encarnado de Jesús y su sacramento, el pobre.
La iglesia no se confunde ni se identifica con ninguna fuerza y poder histórico. Ella es servidora de la misericordia y justicia con los pobres, en la diakonía del mundo. La iglesia está en la realidad y respeta la autonomía de dicha realidad, tal como ha sido querida y creada por Dios. La iglesia sirve a la realidad y al mundo, acogiendo y potenciando está autonomía y todo lo verdadero, bello y bueno del mundo, todo el desarrollo humano, social e integral que se cimenta en el amor, la solidaridad y la justicia con los pobres.
El Espíritu de Cristo se encuentra presente en todos estos signos de los tiempos, es decir, en aquellas realidades donde se defiende y promueve la dignidad, la fraternidad y la solidaridad. Ella debe escrutar y discernir estos signos de los tiempos: viendo la realidad con la mirada del amor y los ojos abiertos y compasivos del Evangelio, y mediante la razón y el pensamiento, las diversas ciencias sociales y humanas analizar dicha realidad; haciendo una valoración y juicio profético y ético-crítico de dicha realidad desde la Palabra de Dios, en la tradición y enseñanza de la iglesia, particularmente de su doctrina social, para ir discerniendo que es lo que se ajusta o no al Reino; y actuar comunitaria, social y públicamente para la transformación y renovación del mundo de acuerdo con el Evangelio de Jesús.
Como se observa, esta conocida perspectiva y metodología eclesial-pastoral, promovida por los movimientos apostólicos como la JOC o la HOAC: es muy importante para una cualificada praxis eclesial y una acción socio-pastoral. Efectivamente, se trata de comprender que las necesidades y problemáticas sociales, como la pobreza, tienen unas causas históricas que moralmente hay que erradicar. Se produce así una comprensión global e integral de las cuestiones sociales, tales como la pobreza, que se enmarcan y contextualizan en la realidad histórica, en las relaciones humanas y políticas, económicas y culturales. En donde se observa que la injusticia y desigualdad, el mal y el pecado han cristalizando en dichas relaciones y estructuras o sistemas sociales, que generan hambre y miseria, pobreza y exclusión social, deshumanización, mal y pecado.
Así, la ética y la acción social no han de tener un sesgo individualista y paternalista, un asistencialismo de beneficencia que no promociona y desarrolla integralmente. La ética y la acción social deben ir a las raíces y causas históricas (políticas, económicas, culturales...) de la pobreza, para dar una respuesta moral y efectiva. En donde los pobres son los sujetos y protagonistas de su promoción y liberación integral. Se trata de luchar por la justicia y la paz, poniendo a las personas en el centro y como sujetos activos de la gestión de lo público y social, de la economía, del trabajo y de la política. Toda realidad que impida esta dignidad y protagonismos de los pobres, de las personas y pueblos: es inmoral e injusta. Frente al neoliberalismo-capitalismo, el ser humano no es un ser egocéntrico e individualista que solo mira a su interés particular.
La persona es un ser social, sociable y solidario. Y, por tanto, el mercado y la economía deben ser regulados por la esfera de la ética y de lo público, de la justicia e igualdad. Frente al colectivismo, el partido o estado no puede monopolizar la vida de la sociedad civil, impidiendo la libertad y la participación democrática. La persona y la comunidad o sociedad constitutivamente se co-relacionan mutuamente en busca del bien común global e internacional. En una socialización de la vida y los bienes, en el destino y participación universal, co-gestionada (democrática) de los recursos, capacidades y bienes de todo tipo. Tales como el dinero y las rentas o patrimonios, el trabajo, los salarios y la empresa, el comercio y las finanzas, etc.
Este destino universal y socializador de los bienes está por encima de la propiedad privada. El bien común y la justicia social son primero que la autoridad y las leyes establecidas. El protagonismo y la dignidad de la persona se anteponen al mercado y a cualquier sistema económico, laboral o político.
Por tanto, solo habrá paz y un desarrollo solidario e integral si se realiza esta justicia liberadora con los pobres, en un desarme colectivo y moral con los pobres, frente a la guerra que no es solución para nada. Con una autoridad mundial y sus instituciones que regule un nuevo orden internacional justo con los pobres. Frente a la inmoralidad de las riquezas, del ser ricos y del poder, los pueblos y estados deben compartir la vida y los bienes de forma justa y equitativa, en amor fraterno, hasta de lo necesario para vivir. En esta acción social y compromiso por la justicia con los pobres tienen un papel fundamental los laicos. Ya que la vocación y misión específica del seglar es analizar, gestionar y transformar de forma directa e inmediata el mundo con sus relaciones, instituciones y estructuras para que se vaya ajustando al Reino.
La iglesia es pueblo de Dios y laical con su vocación bautismal de anuncio, consagración y transformación del mundo desde el Evangelio del Reino. Y el ministerio ordenado y la vida religiosa están al servicio de este pueblo de Dios, del laicado para que desarrollen esta vocación y compromiso bautismal por el Reino y su justicia con los pobres. ¡Ojala que sigamos acogiendo y actualizando estos frutos del Concilio!, su humanismo y personalismo integral, su mensaje de fe y justicia con los pobres, su antropología y espiritualidad. Así lo han hecho los pueblos del Sur, como el latinoamericano, con sus iglesias y comunidades de base, sus profetas, testigos y mártires, con su teología y espiritualidad liberadora, acogida y valorada en la iglesia con la fecundidad de sus documentos evangelizadores y sociales. En este sentido, la Compañía de Jesús actualmente ha acogido y actualizado todo este legado, con su misión del servicio de la fe y la justicia, en su opción por los pobres, en diálogo con las culturas y las religiones.

FORO Unidad 1.4. Actividad didáctica 3

En el siguiente espacio deberás completar el foro propuesto en la Jornada 2 de Moral Cristiana (Elementos de la moral) como trabajo para luego de una semana. Corresponde a la adaptación de la actividad didáctica 3 de la unidad 1.4 del libro de Fe Vida Moral cristiana: Vivir el Evangelio del Amor.

  1. Personalmente lee el texto de Mt 6, 1-4. Conversa con familiares, amigos y/o compañeros y ponte de acuerdo en cómo entender este pasaje evangélico.
  2. Piensa y responde como comentario en esta entrada ¿cómo debe ser la praxis del cristiano para llevar adecuadamente la tensión entre comunicación y respeto, entre diversidad y comunión? Explica claramente las razones.
  3. Deja pasar un par de días y revisa luego las respuestas del resto de tus compañeros. Utilizándolas, comenta nuevamente el tema enriqueciendo el foro. Puedes incluir en tus comentarios hipervínculos a textos de Internet, a videos relacionados o cualquier otro enlace que ayude a comprender mejor la discusión.
  • Recuerda valorar cada uno de los aportes del resto de la clase porque ellos son muestra de la riqueza de la diversidad de la Iglesia y te ayudarán a tener una idea más completa del tema.
  • El tiempo para el foro es hasta una semana después de la Jornada nº 2.
  • Como siempre, se calificará el que al menos tengas 2 intervenciones en días distintos: redacción de párrafos introductorio, de desarrollo  y conclusivos (6 ptos.), bibliografía y referencia o citas bibliográficas (2 ptos.), presentación (nombre y paralelo) (2 ptos.)
  • Se agradece el valorar las reacciones (divertido, interesante e ignaciano).

Evaluación "Ética para Amador"

Fernando Savater

A continuación encontrarás un cuestionario que te permitirá evaluar tu lectura del libro Ética para Amador de Fernando Savater.

1. ¿Por qué Savater dice “la reflexión moral no es un asunto especializado más para quienes deseen cursar estudios superiores de Filosofía sino parte esencial de cualquier educación digna de ese nombre”?

2. ¿Qué es parricidio? 

3. ¿Por qué crees que Savater desconfiaría, si fuera de tu edad, de esos mayores demasiado “simpáticos”? 

4. ¿Por qué comenzar un libro de Ética con un consejo tan simple como “ten confianza”? ¿En qué? ¿Qué quiere decir el autor con esta frase?

5. ¿Qué tienen que ver la Ética y la “conveniencia” para la vida?

6. ¿Por qué en los de “saber vivir”, según Fernando Savater, las opiniones distan de ser unánimes?

7. ¿Qué opinión te merece el “tener que hacerlo” versus el “querer hacerlo” que ejemplifica Savater con termitas y Héctor de Troya?

8. ¿Qué se entiende por libertad?

9. ¿Qué quiere decir que “no somos libres de elegir lo que nos pasa” sino “libres para responder de tal o cual modo a lo que nos pasa”?

10. ¿Qué diferencia existe entre la libertad y la omnipotencia?

11. ¿Qué es Ética?

12. ¿Qué piensas sobre la siguiente frase: “la vida del hombre no puede <> repitiendo los patrones de su especie, es él mismo –cada uno- quien debe vivir. El hombre es el único animal que puede estar fastidiado, que puede estar disgustado, que puede sentirse expulsado del paraíso”?

13. ¿Qué son, de dónde vienen y qué diferencias se encuentran en los tipos de motivos: órdenes, costumbres y caprichos?

14. ¿Qué opinión te merece la frase de Séneca: “No hemos de preocuparnos de vivir largos años, sino de vivirlos satisfactoriamente; porque vivir largo tiempo depende del destino, vivir satisfactoriamente depende de tu alma. La vida es larga si es plena; y se hace plena cuando el alma ha recuperado la posesión de su bien propio y ha transferido a sí el dominio de sí misma”?

15. ¿Qué opinión te suscita Savater cuando dice que “libertad es decidir, pero también, no lo olvides, darte cuenta que estás decidiendo. Lo más opuesto a dejarse llevar…”?

16. ¿Por qué Savater sugiere que par decidir hay que pensar dos veces, tanto en órdenes, caprichos o costumbres?

17. ¿Estás de acuerdo con Savater cuando enuncia que “nunca una acción es buena sólo por ser una orden, una costumbre o un capricho”? Justifícalo.

18. Reflexiona sobre la frase “Lo primero que hay que dejar claro es que la ética de un hombre libre nada tiene que ver con los castigos ni los premios repartidos por la autoridad que sea, autoridad humana o divina, para el caso es igual”.

19. Aunque se usen como sinónimos, ¿cuál es la diferencia técnica entre moral y ética?

20. ¿Por qué resulta difícil y hasta confuso hablar de hombres buenos y malos? ¿En qué nos diferenciamos de los oficios o instrumentos que pueden ser catalogados como buenos y malos?

21. Realiza un comentario fundamentado en razones lógicas y precisas sobre el texto de Gargantúa y Pantagruel citado en Ética para Amador: “Los congregados en Theleme empleaban su vida, no en atenerse a las leyes, reglas o estatutos, sino en ejecutar su libre albedrío. Levantábanse del lecho cuando les parecía bien, y bebían, comían, trabajaban y dormían cuando sentían deseo de hacerlo. Nadie les despertaba ni les forzaba a beber, comer ni nada. Así lo había dispuesto Gargantúa. La única regla de la orden era esta: HAZ LO QUE QUIERAS. Y era razonable, porque las gentes libres, bien nacidas y bien educadas, cuando tratan con personas honradas, sienten por naturaleza el instinto y estímulo de huir del vicio y acogerse a la virtud. Y es esto a lo que llaman honor”.

22. ¿Qué quiere decir Savater cuando escribe: “No le preguntes a nadie qué es lo que debes hacer con tu vida: pregúntatelo a ti mismo […] interroga sobre el uso de tu libertad… a la libertad misma”?

23. ¿A qué se refiere Savater cuando habla de la “responsabilidad creadora de escoger tu camino”?

24. ¿Qué es el derecho de primogenitura?

25. ¿Por qué es importante discernir en tiempos de tranquilidad y no en tiempos de desolación? Para justificar esta pregunta, bien puede ayudarte el texto del Génesis citado por Savater: la historia de Esaú y Jacob, hijos de Isaac.

26. ¿Qué importancia ética tiene la buena vida como relación humana con otros seres humanos?

27. ¿Para ejemplificar qué cosa se menciona en el libro a la película de O. Wells “El ciudadano Kane”

28. ¿Por qué el libro menciona que la única obligación que tenemos en esta vida es “no ser imbéciles”? ¿Cómo llama Savater a lo contrario de ser moralmente imbécil?

29. Realiza un comentario de los cinco tipos de imbéciles que menciona el libro

30. ¿Cuáles son los cuatro rasgos de la conciencia que se mencionan en Ética para Amador?

31. ¿Por qué Savater sugiere que los remordimientos vienen de nuestra propia libertad?

32. ¿Estás de acuerdo con la sentencia “Y lo serio de la libertad es que tiene efectos indudables, que no se pueden borrar a conveniencia una vez producidos”?

33. Luego de la lectura del libro, ¿qué entiendes por responsabilidad?

34. ¿Por qué cuando se cita la historia de Robinson Crusoe, Savater dice que cuando encuentra una huella humana, Crusoe comienza con sus problemas éticos?

35. ¿Qué diferencia existe entre enfrentarse a la vida natural y enfrentarse a la vida humana?

36. ¿Qué opinión te merece la cita de Marco Aurelio que se encuentra en el libro: “Al levantarte hoy, piensa que a lo largo del día te encontrarás con algún mentiroso, con algún ladrón, con algún adúltero, con algún asesino. Y recuerda que has de tratarles como a hombres, porque son tan humanos como tú y por tanto te resultan tan imprescindibles como la mandíbula inferior lo es para la superior”?

37. ¿Qué opinión desde la ética te merece la frase citada por Savater y tomada de Mary W. Shelley: “soy malo porque soy desgraciado”?¿Cómo valoras éticamente esta afirmación ontológica?

38. ¿Por qué la alteridad es la respuesta ante la pregunta de en qué consiste tratar a las personas como a personas, es decir, humanamente. Y es un auténtico derecho humano?

39. ¿Qué tiene que ver la justicia con los derechos y la ética?

40. ¿Qué opinión te merecen los criterios de Savater respecto a la conducta sexual, al placer, al puritanismo, las funciones del sexo, la alegría, la templanza?

Plan de aula de la materia de Moral

Bienvenido al año lectivo 2012-2013 en lo que corresponde a la materia de Moral Cristiana.

Para la primera jornada catequética, por favor:

1. Navega por esta web: http://pastoral.uegonzaga.edu.ec, visitando los sitios que tienen el tema de Moral, familiarizándote con el entorno, comentarios y contenidos; crea un usuario para que puedas comentar.
2. Navega por el sitio http://www.scribd.com, crea una cuenta para que puedas bajar documentos que se encuentran ahí.
3. Imprime el documento que se encuentra más abajo (a doble carilla) y preséntalo al iniciar la primera jornada catequética. Para ello es necesario que hayas completado el paso anterior.
Plan de Aula Moral Cristiana 2013

Carta de Jon Sobrino a Ellacuría


Jon Sobrino, S.I.
Compartimos la Carta que tradicionalmente escribe Jon Sobrino a Ignacio Ellacuría en el aniversario de su asesinato. La Carta del 2011 se titula: "Hoy hay menos profetas, y ha empeorado la honradez con lo real: ¿Dónde dormirán los pobres? ¿Y los ricos y poderosos?"
(Jon Sobrino, en Eclesalia).- Querido Ellacu: Es una ficción escribirte, pero quizás de este modo nos digamos a nosotros mismos cosas que pueden ser importantes. Y con ello también quisiera ambientar un poco el aniversario de su martirio. Te voy a hablar de tres cosas de actualidad, tal como las veo, que tienen que ver con lo que tú fuiste y dijiste.
1. El "siempre" del pueblo crucificado. Ya no se habla mucho de "pueblos crucificados" como lo hiciste tú y Monseñor Romero, llegando a esa genial formulación, creo que independientemente el uno del otro, y guiados del mismo espíritu salvadoreño y cristiano. Y menos aún se insiste en que ese pueblo crucificado es "siempre" el signo de los tiempos como lo escribiste en el exilio de Madrid. La razón para ese silencio no es que vuelva a estar en voga el pensamiento utópico de Ernst Bloch, filósofo, o de Teilhard de Chardin, teólogo. Tampoco es que el mundo esté mejorando, pues sigue gravemente enfermo, como dijiste en tu último discurso. Creo que la razón es quehoy hay menos profetas y que ha empeorado la honradez con lo real. Hablar del "siempre" no solo no es políticamente correcto, sino que es locura impensable. Pero no hay que darle vueltas. Siguen existiendo Haití y Somalia, y entre nosotros se ha propagado una nueva epidemia: el homicidio. De 12 a 15 asesinatos diarios en los últimos años. Es la enfermedad que produce más muertes. Lo light ha avanzado mucho en el modo de pensar y lo políticamente correcto se ha apoderado del lenguaje: "vulnerabilidad", "los menos favorecidos", "países en vías de desarrollo". Nada suena mal.
Por ello, mencionar el "siempre" del pueblo crucificado parece ser cosa de masoquistas irredentos. Pero no es así. En el país siempre llueve cada año, y siempre hay torrentes, destrucción y muerte. Pero también siempre son los mismos los que sufren las consecuencias, los que viven en quebradas, en champas y casas pobres. La pregunta de Gustavo Gutiérrez sigue siendo la pregunta fundamental: "¿dónde dormirán los pobres?". Hay pueblos depredados como el Congo, pueblos ignorados como Haití, pueblos inundados, como los nuestros... Siguen siendo el pueblo crucificado.
¿Y los ricos y poderosos? Siempre sufren algunos daños, pero casi siempre los superan sin mucho costo. Y nada digamos de las crisis financieras. Se invierten miles de millones de dólares o euros para que no se hunda el sistema. El pueblo crucificado no da la vida por supuesto, pero los pueblos ricos sí, y además tienen la profunda convicción de ser los elegidos: dan por supuesto la vida, y están convencidos de que el buen vivir les es debido. Si a ellos les ocurre algo grave elevan la realidad a escándalo metafísico. Pero si ocurren cosas mucho más graves en África o en el Bajo Lempa, no hay tal escándalo. Pertenece al existencial histórico de haber nacido pobres. Es el "siempre" del pecado.
Pero quiero añadir, Ellacu, e insistir, en que hay también otro "siempre". Hay mucha gente honrada que trabaja para que "el pueblo inundado" -hablamos de El Salvador- no acabe muriendo como "pueblo desplazado" o como "pueblo ahogado". La entrega y la bondad también tienen su "siempre". Es el siempre de la gracia.
Y a veces surge un Dean Brackley. Cuando le dicen que muchos rezan por él, contesta con toda sencillez: "Recen por los que tienen cáncer y no pueden tener la atención médica que yo tengo. Y recen por los que estos días se han quedado sin casa y sin comida". Volveremos a Dean.
2. "Qué hacer con los buenos". La pregunta puede extrañar, pero se me ha impuesto, debido al revuelo que ha causado la audiencia de Madrid. Trabajar para que se juzgue a los responsables últimos de tantos asesinatos en este país, los de ustedes y los de dos mujeres inocentes, es cosa muy buena y muy necesaria. Puede traer muchos bienes. Puede ser una gran ayuda, y muy necesaria, para que se acabe, o disminuya, la impunidad.
Por cierto, no ha salido en las noticias, pero mucho nos hemos alegrado de que los militares argentinos que en 1976 ordenaron el asesinato del obispo Enrique Angelelli, vayan a ser juzgados 35 años después. Es un ejemplo, poco extendido, de que la verdad puede triunfar sobre la mentira y el encubrimiento, que tienen millones de dólares y armas sofisticadas a su servicio; que la justicia puede triunfar sobre la crueldad y la vileza; que la civilización de la impunidad, muy afín a la civilización de la riqueza contra la que nos advertiste tercamente hasta el final, se vea un poco frenada. Con el juicio de los militares argentinos no desaparecen todos los males, y el mundo del capital, aun con algunos avances y algo de democracia, sigue produciendo víctimas impunemente. Y ha conseguido crear una civilización de encubrimiento, aunque siempre hay quien lo desenmascara de diversas formas: obispos como Casaldáliga, "los indignados"... Esperamos que la audiencia de Madrid tenga éxito, y que en El Salvador ocurra lo de Argentina, aunque, evidentemente, hay fuerzas poderosísimas que están en contra de que eso ocurra.
En esta situación, me ha venido a la mente una pregunta que puede parecer rara. Dicho con sencillez, parece que sabemos qué hacer "con los malos", de modo que nuestro proceder con ellos produzca bienes, por supuesto: instaurar verdad y justicia en el país, llegar a ofrecer perdón -aunque más difícil que perdonar es dejarse perdonar. Y hay gente muy buena que trabaja por ello.
También sabemos, al menos en principio, qué hacer con las víctimas: lo que Puebla dice que Dios hace con los pobres, "tomar su defensa y amarlos". Y estas no son, en absoluto, palabras inocentes, pues tomar su defensa supone inevitablemente entrar en graves conflictos con quienes los oprimen. Significa entrar "en la lucha por la justicia", "la lucha crucial de nuestro tiempo", como dijola Congregación General XXXII. No muchos lo hacen, pero la idea queda clara
Pero ¿sabemos qué hacer "con los buenos", con los santos? Ciertamente, ponerlos a producir, aprender de ellos, sus ideas y convicciones, sus modos de actuar... Y agradecerles. Es lo que solemos decir y procuramos hacer.
¿Pero nos planteamos de verdad qué hacer con ellos? Estos días nos topamos con la pregunta de qué hacer con Dean Brackley. Hemos velado y acompañado su cadáver. El amor y el agradecimiento se han desbordado, con lágrimas y gozo, en muchas celebraciones, en el cementerio.
Pero me queda el desasosiego de saber bien qué hacer con Dean, con Monseñor Romero, con gente como ustedes. Con Jesús de Nazaret. La respuesta es sencilla: ser como ellos, seguirlos en su hacer y en su ser, imitarlos, historizadamente, como tú decías. En definitiva, dejarnos afectar por "los buenos" y los santos en nuestro hacer. Y más profundamente todavía en nuestro ser.
Entiéndeme bien, Ellacu. Bueno y necesario es saber reaccionar ante lo que hacen "los malos", y actuar adecuadamente con ellos. Bastantes personas e instituciones lo hacen. Pero creo que debemos avanzar en reaccionar como es debido ante "los buenos", intentando ser como ellos. Difícil, si. Pero necesario para humanizar este mundo. Y también esta iglesia.
3. Dean Brackley. Ellacu, estas palabras te sonarán. "Con Dean Brackley Dios pasó entre nosotros". Pienso que no hay mayor confesión de fe que afirmar que Dios sigue pasando por nuestro mundo. Es la fe que más me llena. Y como Dios se hace presente en seres humanos, ellas y ellos, jóvenes y viejos, salvadoreños y norteamericanos, mártires y confesores, como se decía antes, el misterio se desdobla de muchas formas, convergentes, y así es un misterio mayor. Dios pasó con Monseñor y Dios pasó con Dean.
En los muchos testimonios de esta Carta a las Iglesias -Amor y Testimonios lo titulamos- se narra ese paso de Dios. Elijo solo uno, el de la doctora Miny: "Dean, I love you so much... for ever". Es lenguaje bello y de eternidad. Lenguaje que remite a Misterio. También Dean, semanas antes de morir, habló en su testamento del paso de Dios, en él, con gran humildad, sencillez y lucidez. Ahora, en otro lenguaje, más conceptual, pero espero que comprensible, quiero hablarte de Dean ante Dios y de Dean con Dios.
Lo primero es que Dean murió empapado de Dios. Así lo veo, aunque en ese misterio solo se puede entrar de puntillas. En su último libro cuenta Dean sus problemas con Dios, sus épocas de agnosticismo, que no fue cosa de poca monta. Me recordó unas palabras tuyas de junio de 1969 que he citado muchas veces: "Rahner lleva con elegancia sus dudas de fe", y pensé que algo semejante te ocurría a ti. Pero a lo largo del libro, Dean ofrece su propia fe, honda y sencilla, y muy real. Y los lectores quedan sorprendidos al leer el prólogo escrito por la encargada de la editorial para juzgar sobre la calidad del libro. Se reconoce agnóstica, sin que el asunto de Dios le preocupe gran cosa. Pero confiesa que, leyendo el texto, su interés profesional se convirtió en interés existencial, personal. El texto le llevó a Dios, y Dean la bautizó un año después. Luchando con Dios, como Jacob, o dejándose seducir por Dios, como Jeremías, Dean llegó a Dios. Y quedó empapado de Dios.
En ese proceso Dean confiesa con inmensa gratitud que se encontró con los pobres. Cuántas veces escribiste, Ellacu, que los pobres son el lugar del evangelio y el lugar de Dios. Y también recuerdo las palabras de Porfirio Miranda: "El problema no es buscar a Dios, sino buscarlo allá donde El dijo que estaba. En los pobres". Es cierto que no siempre se encuentra a Dios, aun estando entre los pobres, pues entre ellos y trabajando por ellos, hay agnósticos que son espléndidos seres humanos, y siguen siendo agnósticos. Pero en la mejor tradición de Jesús, el Dios que se encuentra entre los pobres tiene un sabor especial. Pienso que la misericordia se puede hacer más delicada, la justicia más firme, la verdad más sin componendas y la fidelidad más sin medir los costos.
El Dean empapado de Dios fue un ejemplo notable de interesarse por todas y cada una de las personas con quienes convivió y a quienes buscó. Todas y cada una de ellas, compañeros jesuitas, familiares, feligreses de Jayaque y dela UCA, amigos y amigas, salvadoreños, norteamericanos y europeos, y por supuesto los desheredados y pequeños, tenían un nombre muy concreto para él. Cada uno era inintercambiable con otros. Eso hizo que su servicio fuese de gran finura. Y me recuerda al Jesús que conocía a todas sus ovejas por sus nombres.
Y su Dios fue, de verdad, el de la creación. No por moda, algunas de las cuales son muy buenas, Dean puso gran interés en la mujer y el feminismo, en el ecumenismo, y era muy amigo de gente de otras iglesias, en la ecología, y creo que hasta en las causas indígenas. Los argumentos fundamentales no eran categoriales, ni tomados de normas de la jerarquía ni de la doctrina social. Creo que para Dean el gran argumento era que Dios es un Dios de todos.
Dean me ha recordado unas palabras de Monseñor Romero que he citado muchas veces. Son del10 de febrero de 1980, en medio de la barbarie que reinaba en el país. Dijo Monseñor. "¡Quien me diera, queridos hermanos, que el fruto de esta predicación fuera que cada uno de nosotros fuéramos a encontrarnos con Dios y que viviéramos la alegría de su majestad y de nuestra pequeñez!". Para Monseñor Romero Dios no empequeñecía al hombre, pero para el hombre era bueno empequeñecerse ante Dios.
Esto me recuerda a Dean. Nunca pensó que era grande. Nunca se puso en primer lugar, ni hablaba de sí mismo cuando las cosas salían bien -"ha sido un éxito"- aunque las hubiera hecho él. Simplemente, se alegraba del bien. Me recordaba a Pablo en su carta a los Corintios: "El amor es paciente, es afable, el amor no tiene envidia, no se jacta ni se engríe, disculpa siempre, se fía siempre, espera siempre, aguanta siempre". En esto Dean me recordaba al gran Padre Arrupe. Creo que siempre pensó en los demás antes que en sí mismo. Nunca se preocupó de que reconocieran lo bueno que hacía. No es frecuente, y por eso sorprende e impacta. Y ayuda también a desabsolutizarnos y a vivir con alegría nuestra pequeñez ante Dios, como decía Monseñor
Una ultima reflexión. Ellacu, Dean no murió mártir como ustedes, pero sus últimos meses fueron un martirio, de cuerpo por los sufrimientos de un cáncer de páncreas muy doloroso, y de alma cuando le asaltaban miedos, sentirse solo, que no le recordasen. No murió crucificado, pero vivió hasta el final participando activamente en las cruces de este mundo. Trabajó con poder, es decir, con fuerza y energía, para bajarlos de la cruz. Y murió con amor silente e indefenso. Como el Dios crucificado.
Las últimas palabras de Dean son palabras de gratitud, a fondo perdido, sin poder poner pie en tierra firme. Pero la gratitud vive de otros y para otros, de Dios y para Dios. Los agradecidos pueden hacer que la realidad sea gracia. Ellacu, si me permites la expresión -creo que es un neologismo- los agradecidos pueden "buenear" la realidad. Es lo que hizo Dean.
Dean Brackley, S.I.
Ellacu, ya ves que, en medio de muchos males y a pesar de todo, estamos contentos.Ustedes, Julia Elba y Celina, Jon Cortina y el padre Ibisate, ahora nuestro querido Dean Brackley, han estado con nosotros. Y con ustedes Dios ha estado con nosotros. No se puede pedir más.