Las jornadas catequéticas forman, permiten aprendizajes significativos, posibilitan lecturas y conocimientos, dan razón de la fe desde el afecto o las sensaciones y no sólo desde el conocimiento. Con ello se intenta dar una respuesta de fe a Dios como algo verdaderamente humano y no opuesto a la razón mientras que se desarrollan los valores propuestos por Jesús en el Evangelio.

Entrevista al Cardenal Martini

Carlo María Card. Martini, S.I. 
La cara ha adelgazado, pero los ojos de un azul intenso la iluminan aún más. Me mira fijamente, como para reconocerme. Hace muchos años que no nos hemos visto, aunque hemos hablado a menudo intercambiando a distancia sentimientos y pensamientos.

Han pasado 13 años desde ese debate a dos voces organizado por Vincenzo Paglia, entonces asistente eclesiástico de la comunidad de San Egidio, en el gran salón del palacio de la Cancillería en Roma. El tema de ese debate era La paz es el nombre de Dios, con un subtítulo: Qué puede unir hoy a católicos y laicos. Desde entonces, la figura del arzobispo de Milán ha sido para mí un punto de referencia, he seguido su obra pastoral dirigida a los creyentes y su diálogo constante con los no creyentes, su relación con el cardenal Silvestrini, con Pietro Scoppola, con la comunidad de San Egidio, con las varias almas de la Compañía de Jesús. He leído sus libros, y en concreto, las Conversaciones nocturnas en Jerusalén. Y ahora, el que acaba de salir, Estamos todos en la misma barca, un largo diálogo con don Luigi Verzè, fundador del hospital de San Rafael en Milán y de la universidad del mismo nombre.

El binomio Martini-Verzè ha asombrado a muchos amigos del cardenal. El fundador del San Rafael es un personaje de notable audacia que tiene muy poco en común con Martini. ¿Por qué le ha elegido precisamente a él como interlocutor? La explicación es clara: las diferencias entre los dos surgen del libro, pero el objetivo común es el de llamar la atención de los cristianos católicos hacia problemas que ya no se pueden aplazar.

Le pregunto a Martini cuáles son esos problemas en orden de importancia: "Ante todo, la actitud de la Iglesia hacia los divorciados, y luego, el nombramiento y la elección de los obispos, el celibato de los sacerdotes, el papel de los laicos católicos y la relación entre la jerarquía eclesiástica y la política. ¿Le parecen problemas de fácil solución? ¿Pueden interesar también a un laico no creyente como usted?".

Me mira sonriente y se acomoda en la silla, que cruje, y me asalta el temor de que sea inestable, pero él me tranquiliza: "Es sólida, no se preocupe, es que yo me muevo demasiado".

Nos encontramos en una habitación muy sobria, con una mesa larga y algunas sillas, en la residencia de los jesuitas en Gallarate. El cardenal, antes de recibirme, se ha reunido con unos 50 sacerdotes procedentes de los alrededores de Milán. Querían escuchar sus palabras de fe y esperanza en una sociedad cada vez menos cristiana y cada vez más indiferente.

Pregunta. ¿Indiferente hacia qué?
Respuesta. Ya no hay una visión del bien común. El sentimiento dominante es defender los intereses particulares y no los del grupo. Quizá piensan que son buenos cristianos porque de vez en cuando van a misa y acercan a sus hijos a los sacramentos. Pero el cristianismo no es eso, no es sólo eso. Los sacramentos son importantes si coronan una vida cristiana. La fe es importante si avanza junto a la caridad. Sin la caridad, la fe está ciega. Sin caridad no hay esperanza y no hay justicia.

P. Usted, cardenal Martini, ha afirmado en muchas ocasiones que la caridad es importante, pero quizá sea necesario definir con exactitud qué quiere decir usted con esta palabra. No creo que se limite a hacer el bien al prójimo.
R. Hacer el bien, ayudar al prójimo, son desde luego aspectos importantes, pero no son la esencia de la caridad. Hay que escuchar a los demás, comprenderlos, incluirlos en nuestro afecto, reconocerlos, romper su soledad y ser sus compañeros. En resumen: amarlos. La caridad predicada por Jesús es la participación plena en la suerte de los demás. Comunión de los espíritus, lucha contra la injusticia.

P. En su libro Conversaciones nocturnas, usted dice que los pecados son numerosos y la Iglesia enumera muchos, pero en su opinión el auténtico pecado del mundo -lo dice exactamente así, si mal no recuerdo- es la injusticia y la desigualdad. Si he entendido bien sus palabras, ¿la caridad consiste en luchar contra la injusticia?
R. Jesús dijo que el reino de Dios será de los pobres, de los débiles, de los excluidos. Dijo que la Iglesia tendría como misión estar a su lado. Ésta es la caridad del pueblo de Dios predicada por su Hijo, que se hizo hombre para salvarnos.

P. Cardenal, ¿a qué se refiere con pueblo de Dios? ¿Son los laicos católicos pueblo de Dios?
R. Toda la Iglesia es pueblo de Dios: la jerarquía, el clero, los fieles.

P. ¿Tienen los fieles un papel activo en el gobierno de la Iglesia, en la administración de los sacramentos, en la elección de sus pastores?
R. Desde luego, tienen un papel, pero deberían desempeñarlo mucho más plenamente. Demasiado a menudo es un papel pasivo. Ha habido épocas en la historia de la Iglesia en las que la participación activa de las comunidades cristianas era mucho más intensa. Cuando hablaba antes de una indiferencia extendida, pensaba precisamente en este aspecto de la vida cristiana. Aquí hay una laguna, una falta silenciosa, especialmente en la sociedad europea y en la italiana.

P. ¿Piensa en la escasa frecuencia de los sacramentos, de la misa, de las vocaciones?
R. Éstos son aspectos externos, no sustanciales. La esencia es la caridad, la visión del bien común y de la felicidad común. Felicidad no sólo para nosotros, sino para los demás, y no sólo en el presente, aquí y ahora, sino para los hijos y los nietos, para las generaciones futuras.

P. ¿La Iglesia institucional hace lo suficiente en esta dirección?
R. Hace mucho, pero debería hacer mucho más.

P. Cardenal Martini, me gustaría plantearle una cuestión bastante delicada. Un conocido escritor católico, Vittorio Messori, ha escrito recientemente que la Iglesia institucional, es decir, el Vaticano, con su Secretaría de Estado, sus nuncios repartidos por todo el mundo, sus estructuras de Curia, no puede sancionar los vicios privados de los poderosos. Su misión es estipular acuerdos, concordatos, afrontar problemas concretos de poder a poder. Alcanzó acuerdos con Hitler, Mussolini, Pinochet, Franco, Craxi: si les hubiese juzgado públicamente por su comportamiento, por su moralidad, no habría podido actuar políticamente, como es su deber. El problema compete, si acaso -según Messori-, al confesor, admitiendo que alguno de esos poderosos se confiese. De cualquier manera, el tema de la salvación es cosa del clero pastoral, de los párrocos y obispos que cuidan de las almas. ¿Está usted de acuerdo con esta distinción entre instituciones vaticanas y clero con funciones pastorales?
R. En verdad, no estoy muy de acuerdo: la distinción que hace Messori se remonta a una fase en la que aún existía el poder temporal y en la que el Papa era casi un soberano; pero, gracias a Dios, ese poder terminó y no puede ser restaurado. Es una suerte que haya terminado. Desde luego, existe una estructura diplomática en la Santa Sede, pero al fin y al cabo está formada por sacerdotes, cuyo fin último es dar testimonio de la predicación evangélica y de su contenido profético. A esto tengo que añadir que la estructura diplomática, en mi opinión, es demasiado redundante y requiere demasiada energía de la Iglesia. No siempre ha sido así. En la historia de la Iglesia, durante siglos y siglos, esta estructura ni siquiera existía y en el futuro podría reducirse en gran medida, o incluso llegar a ser desmantelada. El deber de la Iglesia es dar testimonio de la palabra de Dios, el Verbo Encarnado, el mundo de los justos que vendrá. Todo lo demás es secundario.

P. ¿Las iglesias protestantes no tienen estructuras semejantes? ¿No son necesarias para tutelar la libertad religiosa y el espacio público que necesita la Iglesia para difundir sus valores?
R. Las iglesias protestantes no tienen estructuras tan centralizadas y poderosas como la nuestra. Desde este punto de vista, son más débiles que la Iglesia católica, pero en otros aspectos están más cohesionadas con los fieles.

P. El problema que usted plantea existe, indudablemente. ¿Afecta a los obispos? Quizá la figura del Papa, que existe sólo en la Iglesia católica, tiene como consecuencia cierto temporalismo que ha sobrevivido al poder temporal propiamente dicho.
R. El Papa es ante todo el obispo de Roma. Para nosotros, los católicos, es el vicario de Cristo en la tierra y le debemos amor, respeto y obediencia, pero sin olvidar que la Iglesia apostólica se erige sobre dos pilares: el Papa y su comunión con los obispos. Recuerdo que en el consistorio que precedió al último cónclave hubo un debate preliminar para realizar una especie de retrato robot del futuro pontífice. Cuando me tocó hablar a mí, dije que nosotros debíamos elegir al obispo de Roma. Quería decir con ello que siempre prevalece la capacidad y la vocación pastoral por encima de la diplomática o la teológica.

P. ¿Usted dijo eso? ¿Que ustedes, el cónclave, debían elegir al obispo de Roma?
R. ¿Le parece una herejía? Y sin embargo, éste es el mandamiento constante según la doctrina y la tradición evangélica.

El tiempo pasaba y aún había muchos temas que me habría gustado discutir con el cardenal Martini, pero temía cansarle demasiado. Se lo dije, pero me respondió que podíamos continuar.
Había un tema que me interesaba especialmente. Le dije que al leer su último libro, el que había escrito con Verzè, me había parecido entender que se inclinaba hacia otro concilio, una especie de Vaticano III. ¿Se ha debilitado el impulso del Vaticano II? ¿No habría que retomar el discurso y llevarlo más adelante? La respuesta que me dio me pareció muy innovadora y también imprevista.
R. No pienso en un Vaticano III. Es cierto que el Vaticano II ha perdido parte de su impulso. Quería que la Iglesia se enfrentase a la sociedad moderna y a la ciencia, pero este enfrentamiento ha sido marginal. Aún estamos lejos de haber afrontado este problema y casi parece que hemos dirigido nuestra mirada más hacia atrás que hacia delante. Habría que retomar el impulso, pero para hacerlo no es necesario un Vaticano III. Dicho esto, yo soy partidario de otro concilio, es más, lo considero necesario, pero sobre temas específicos y concretos. Considero que habría que poner en marcha lo que se sugirió, o mejor dicho, decretó, en el Concilio de Constanza, es decir, convocar un concilio cada 20 o 30 años, pero con un solo argumento, dos como mucho.

P. Esto supondría una revolución en el gobierno de la Iglesia.
R. A mí no me lo parece. La Iglesia de Roma no se llama apostólica por casualidad. Tiene una estructura vertical, pero al mismo tiempo también horizontal. La comunión de los obispos con el Papa es un órgano fundamental de la Iglesia.

P. ¿Y cuál sería el tema del concilio que usted desea?
R. La relación de la Iglesia con los divorciados. Afecta a muchísimas personas y familias, y desgraciadamente, el número de personas implicadas aumentará, así que hay que afrontarlo con sabiduría y visión de futuro. Pero hay otro argumento que debería afrontar un próximo concilio: el del curso penitencial de la propia vida. Verá usted, la confesión es un sacramento extremadamente importante, pero ya exangüe. Cada vez son menos las personas que lo practican, pero, sobre todo, su ejercicio se ha convertido en algo casi mecánico: se confiesa algún pecado, se obtiene el perdón, se recita alguna oración y se acabó. En la nada o poco más. Hay que devolver a la confesión una esencia auténticamente sacramental, un recorrido de arrepentimiento y un programa de vida, una confrontación constante con el propio confesor; en resumen, una dirección espiritual.

Nos levantamos. Me dijo que había leído mi último libro, El hombre que no creía en Dios, y que había encontrado algunas concordancias con su visión del bien común. Le di las gracias. Yo me siento muy cercano a usted, le dije, pero no creo en Dios, y lo digo con total tranquilidad de espíritu.
Sentí la tentación de abrazarlo, pero estamos los dos algo temblorosos y habríamos corrido el riesgo de acabar en el suelo. Nos estrechamos la mano prometiendo volver a vernos pronto.

© La Repubblica. Traducción de News Clips.

Cuestionario ESI (implementación)

A continuación se encuentran algunas preguntas que te servirán como guía para medir tus conocimientos acerca de los diez temas que se han revisado en el plan de implementación de la materia y que permitirán una solvencia adecuada para abordar la materia propia de sexto curso, la Enseñanza Social de la Iglesia:

A. Las visiones de Dios, el hombre y el mundo
  1. ¿Cuál es la concepción del hombre primitivo respecto a Dios, a sí mismo y a la naturaleza?
  2. ¿En qué época de la historia se evidencia un teocentrismo?
  3. ¿Cómo influye el feudalismo en la concepción sobre Dios y sobre el mundo medieval?
  4. ¿Qué sucede en el renacimiento? ¿En qué centran su atención los seres humanos de esta época?
  5. La actual estructura administrativa de la Iglesia, ¿a qué época de la historia responde?
  6. ¿Cómo superar históricamente la heteronomía?
  7. El mundo moderno, ¿en qué aspecto centró su atención?
  8. ¿Por qué existe actualmente (postmodernidad) un relativismo?
  9. ¿Qué papel juega el desarrollo de la ciencia en las visiones de Dios, el ser humano y el mundo?
  10. ¿En la actualidad, es posible que la fe, la ciencia y la cultura sean coherentes entre sí? ¿De qué forma lo logran?

B. Las religiones
  1. ¿Cuáles son las principales religiones monoteístas que existen en el mundo?
  2. ¿Existe alguna raíz común entre estas religiones monoteístas?
  3. ¿Cómo se llama la religión que profesas?
  4. ¿Cuáles son los libros sagrados y las principales deidades de las grandes religiones monoteístas?
  5. ¿Qué se entiende por ecumenismo?
  6. ¿Qué es diálogo interreligioso?
  7. ¿Qué papel juega la tolerancia religiosa en un mundo como el actual? ¿Por qué es importante para los cristianos este valor?
  8. ¿Qué coincidencias y diferencias se encuentran entre el cristianismo y el judaísmo?
  9. ¿Qué se entiende por el concepto islámico de"guerra santa"? ¿Cómo debe ser entendido?
  10. ¿Cómo evitar fundamentalismos desde el cristianismo?

C. La Biblia
  1. ¿Cómo se estructura la Biblia?
  2. ¿La Biblia es "palabra de Dios" o "palabra de seres humanos"?
  3. ¿Qué géneros literarios se encuentran en la Biblia?
  4. Los primeros capítulos del Génesis, ¿corresponden a una historia o a una teología? Explique
  5. ¿Qué es el género apocalíptico? Mencione un par de libros, uno del AT y otro del NT, que correspondan a este género.
  6. Explique el origen de los evangelios. ¿Por qué a tres de ellos se los llama sinópticos?
  7. ¿Qué son los evangelios apócrifos? ¿Por qué no se encuentran en la Biblia?
  8. ¿Cuántos libros tiene cada una de las dos partes de las que está conformada la Biblia? ¿En qué se diferencia la biblia católica de otra?
  9. ¿Qué es el método crítico sapiencial? Explique sus pasos con los objetivos que persiguen.
  10. ¿Qué se entiende por hermenéutica y por exégesis?

D. La persona de Jesús
  1. Enumere algunos datos históricos de Jesús
  2. ¿Qué significó el que Jesús llame Abbá a Dios?
  3. ¿Qué relación tiene Jesús con el anuncio del Reinado de Dios?
  4. ¿En qué pasajes bíblicos se observa claramente la escala de valores de Jesús?
  5. ¿Cuáles son las características del ethos de Jesús?
  6. ¿Por qué muere Jesús? ¿Qué hechos inciden para que Jesús termine en la cruz?
  7. ¿Qué representa la resurrección de Jesús? ¿Puede interpretarse su resurrección sin su muerte?
  8. ¿Qué quiere decir que Jesús murió por nuestros pecados?
  9. ¿Qué significa el que Jesús sea verdadero Dios y verdadero hombre?
  10. ¿Cómo purificar nuestra visión sobre Jesús, evitando todo tipo de exageraciones?

E. El cristianismo
  1. ¿Qué diferencia existe entre una iglesia y una religión?
  2. ¿En qué iglesia profesas tu religión? Enumera otras iglesias que sean de tu misma religión.
  3. Administrativamente, ¿cómo está organizada nuestra Iglesia?
  4. ¿Qué es una diócesis, una arquidiócesis y una parroquia?
  5. ¿Qué es un concilio ecuménico? ¿Quiénes participan de él?
  6. ¿Qué clases de concilios conoces? ¿Cuál fue la última reunión de obispos latinoamericanos?
  7. ¿Cuál es la función del cardenal y del colegio cardenalicio?
  8. ¿Quién nombra a los obispos y quién los ordena?
  9. Explique la dificultad de la primacía de la Iglesia
  10. ¿Por qué los esposos cuando van a contraer matrimonio deben hacerlo en su propia parroquia?

F. Eclesiología (la Iglesia)
  1. ¿Qué es la Iglesia? ¿Cómo la define el Concilio Vaticano II?
  2. ¿Cómo compartían la vida las primeras comunidades cristianas y cómo elegían a sus diáconos y presbítreros?
  3. ¿Quiénes conformamos la Iglesia? ¿Qué función desempeña el laico en la Iglesia?
  4. ¿Qué es un cisma? ¿Cuáles han sido los principales cismas de la Iglesia y por qué se han suscitado?
  5. ¿Por qué se dice que la Iglesia es sacramento de Cristo? 
  6. ¿Qué significa que los pobres son sacramento de la Iglesia?
  7. ¿Qué es la reforma protestante? ¿Quiénes son sus máximos representantes y qué hechos la generó?
  8. ¿Qué se entiende por contrarreforma católica? ¿Qué papel jugó la Compañía de Jesús en ella?
  9. Explique el asunto del celibato sacerdotal
  10. ¿Cuál debe ser nuestra postura como cristianos al interior de la Iglesia católica?

G. Sacramentos
  1. ¿Qué es un sacramento?
  2. ¿Por qué los sacramentos son siete?¿Por qué coinciden con etapas importantes de la vida como el nacimiento, la muerte, el matrimonio...?
  3. ¿Qué representa el bautismo? ¿Quién es su ministro? En caso de necesidad, ¿quién podría bautizar?
  4. ¿Qué es liturgia?
  5. ¿Qué es un sacramental? Dé algunos ejemplos. ¿En qué se diferencia de un sacramento?
  6. ¿Cuál es la materia, la fórmula y el ministro del sacramento de la reconciliación?
  7. ¿Qué tipos de rito, además del romano, existen?
  8. ¿Quién es el ministro del sacramento del matrimonio?
  9. Explique los tres grados del sacramento del orden sacerdotal
  10. Justifique la Eucaristía no solo como el recuerdo de un hecho pasado sino como la reunión comunitaria de los fieles en Cristo.

H. Los mandamientos, virtudes y dones del EESS
  1. Relate el contexto histórico del surgimiento de los mandamientos del pueblo judío.
  2. ¿Existe algún mandamiento que sea más o menos importante que otro? Justifique.
  3. Explique las implicaciones que tiene el quinto mandamiento.
  4. ¿Por qué si un joven promedio cumple la mayoría de mandamientos, no podemos decir de él que es un santo?
  5. Relate el contexto histórico de la época de Jesús en la que resumió los mandamientos.
  6. ¿Qué concepción debemos tener acerca del pecado?
  7. ¿De qué manera el amor da sentido a la vida moral del cristiano?
  8. ¿Qué son las virtudes y dones del Espíritu Santo?
  9. ¿En qué contexto histórico se sistematizan tanto las virtudes como los dones del Espíritu Santo?
  10. Explique la regla de oro del cristianismo

I. La teología de la liberación
  1. ¿Qué se entiende por teología?
  2. ¿Cuál es el contexto histórico en el que surge la teología de la liberación?
  3. ¿Cuál es el método social de análisis de la realidad que utiliza esta teología?
  4. ¿Por qué se llama teología de la liberación? Explique justificadamente cada argumento
  5. ¿Qué motivos le lleva al Vaticano a condenar algunos postulados de esta teología?
  6. Mencione algunos de los principales artífices de esta propuesta teológica.
  7. ¿Qué diferencia existe al hacer teología desde el primer mundo a hacerla desde américa latina?
  8. ¿Qué son las CEBs (comunidades eclesiales de base)?
  9. ¿Qué es la Conferencia de Medellín?
  10. ¿Cómo debe entenderse desde la Iglesia a la relación con los pobres?

J. Principios de la moral cristiana
  1. ¿Sobre qué trata la moral cristiana?
  2. ¿Qué diferencias existen entre ética y moral? ¿Cuáles son las etimologías de esas palabras y su utilización?
  3. ¿En qué se clasifica para su estudio a la moral? ¿De qué trata cada una de sus dos partes?
  4. ¿Qué se entiende por enfoque moral? ¿Qué enfoques de moral se conocen?
  5. ¿Qué es la moral personalista?
  6. ¿Cuáles son los tres momentos de la moral personalista?, ¿qué relación se encuentra entre ellos?
  7. ¿Qué se entiende por opción fundamental?
  8. ¿Qué diferencia existe entre el enfoque personalista y el neoconservador de la moral?
  9. ¿Qué es la patrística y qué la escolástica?
  10. ¿Cómo entender el texto de san Pablo "Allí donde abundo el pecado sobreabundó la gracia"?

K. El FAS-Gonzaga